En los últimos años, la telemedicina se ha convertido en una herramienta crucial en el campo de la oncología, ya que permite a los profesionales sanitarios prestar asistencia a distancia a través de vídeos y llamadas.
La pandemia de la COVID-19 aceleró aún más la incorporación de la telesalud, ya que ofrecía a las personas que padecían cáncer una forma segura y cómoda de recibir la atención médica necesaria sin necesidad de recibir visitas en persona.
Este artículo ahonda en el rápido crecimiento de la telemedicina en oncología durante la pandemia y analiza su posible impacto futuro en la prestación de cuidados oncológicos.
El auge de la telemedicina en la atención oncológica
La telemedicina ha experimentado un importante aumento de popularidad y utilización en diversas especialidades médicas, incluida la oncología.
Antes de la pandemia, los servicios de telesalud estaban infrautilizados, y menos del 1% de las consultas se llevaban a cabo a distancia [1].
Sin embargo, la crisis de la COVID-19 provocó una transformación en la prestación de asistencia sanitaria, lo que condujo a un aumento de las visitas de telesalud.
Los principales centros oncológicos experimentaron un rápido cambio hacia la telemedicina, lo que permitió a los pacientes acceder a la atención minimizando los riesgos de exposición y superando las barreras del transporte.
La implantación de las visitas de telesalud permitió a los oncólogos revisar los historiales médicos de los pacientes, comentar las opciones de tratamiento y proporcionar atención especializada, todo ello desde la comodidad y seguridad de sus casas.
Los pacientes también se beneficiaron de la telemedicina, ya que les proporcionó comodidad, redujo la necesidad de desplazarse y les protegió de la exposición innecesaria a gérmenes.
Ventajas y retos de la telemedicina en oncología
La adopción de la telemedicina en oncología ha sido acogida positivamente tanto por los pacientes como por los profesionales sanitarios.
Se ha informado de que las visitas de telemedicina fomentan una fuerte conexión médico-paciente puesto que los pacientes sienten que tienen toda la atención de sus médicos durante las consultas virtuales.
Además, la telemedicina ha demostrado su eficacia para reducir las visitas a urgencias y los reingresos, lo que se traduce en una mejora de la satisfacción y los resultados de los pacientes.
Sin embargo, el éxito de la integración de la telemedicina en la atención oncológica no está exento de dificultades.
Las disparidades en el acceso y la alfabetización digital se han identificado como barreras significativas, en particular entre las poblaciones marginadas, las personas de edad avanzada y los que viven en zonas rurales.
El acceso limitado a Internet de alta velocidad, las barreras lingüísticas y la incomodidad con la tecnología dificultan la adopción generalizada de la telesalud.
Hay que esforzarse por salvar estas diferencias y garantizar un acceso equitativo a la telemedicina para todos los pacientes de cáncer.
El futuro de la telemedicina en oncología
Tras la pandemia de la COVID-19, se espera que el uso de la telemedicina continúe en oncología, aunque de una forma más refinada y optimizada.
La investigación en curso es necesaria para evaluar el impacto de la telesalud en los resultados del cáncer, la calidad de la atención y el acceso al tratamiento.
La telemedicina tiene el potencial de revolucionar la atención oncológica proporcionando un acceso oportuno a la atención especializada, reduciendo las desigualdades geográficas y mejorando los resultados de los pacientes.
Se están haciendo esfuerzos legislativos para convertir en permanentes las políticas temporales de telesalud, permitiendo a los pacientes acceder a la atención virtual con independencia de su ubicación geográfica.
Sin embargo, el futuro de la telemedicina en oncología también depende de las políticas de reembolso de los seguros, los requisitos para la obtención de licencias y la voluntad de las instituciones sanitarias de invertir en infraestructuras de telesalud.
Conclusión
El crecimiento de la telemedicina en oncología durante la pandemia de la COVID-19 ha demostrado su potencial para transformar la prestación de cuidados oncológicos.
Gracias a su comodidad, la reducción de los riesgos de exposición y la mejora de la satisfacción de los pacientes, la telemedicina se ha convertido en una parte integral de la atención oncológica continuada.
Sin embargo, es necesario abordar los retos relacionados con el acceso, la equidad y la alfabetización tecnológica para garantizar que todos los pacientes de cáncer puedan beneficiarse de los servicios de telesalud.
El futuro de la telemedicina en oncología es prometedor para mejorar la vida de las personas que padecen cáncer y optimizar la prestación de cuidados oncológicos.
Referencias:
[1] Trends in Outpatient Care Delivery and Telemedicine During the COVID-19 Pandemic in the US